En enero de 1994 se jugaba la primera fase la sexta edición de la Shell Caribbean Cup, una especie de Copa América caribeña que además servía (y aún sirve) de clasificación para la Gold Cup. De las 14 ediciones disputadas, Trinidad y Tobago se quedó con 8 de ellas y Jamaica con 3.
Aquella edición de 1994 presentaba un reglamento muy particular en la fase de grupos: no podía haber empate en los 90 minutos. Si un encuentro finalizaba igualado, los equipos deberían romper el empate en el tiempo suplementario, con gol de oro. De persistir la igualdad, tras 30 minutos de alargue se debía definir por tiros desde el punto de penal.
Para darle mayor emoción a la tabla de posiciones, el gol que se convirtiera en el tiempo extra valía doble. Es decir, un empate 0 a 0 definido en tiempo extra implicaba un triunfo 2-0. También se agragaba en las posiciones un gol si se definía por penales, o sea, un empate por 1-0 (?) para el ganador.
En el grupo 1 de la nombrada edición se jugaba en Barabados y quedaron alojados los locales, Granada y Puerto Rico. La fase final de la Copa era en Trinidad y Tobago.
El 23 de enero Barbados cayó ante Puerto Rico por 1 a 0. Dos días más tarde, Puerto Rico conseguía un empate sin tantos ante Granada, pero los granadinos consiguieron un gol en el Tiempo Suplementario.
El 27 de enero Brabados debía enfrentarse a Granada. En las posiciones Granada dominaba (?) el primer lugar con 3 puntos y 2 goles a favor, pese a que sólo hicieron 1. Puerto Rico (que había ganado un partido y empatado otro) tenía 3 puntos (en lugar de 4) 1 gol a favor y 2 en contra. Barbados estaba último con 0 punto; 0 gol a favor, uno en contra. Tenía que ganar por dos goles de diferencia para clasificarse.
En su partido ante Granada, los locales dominaron el juego, pero a poco del final estaban ganado por 2 a 1. Es decir que alcanzaban en puntos a Puerto Rico y a sus rivales, pero quedaban con 2 goles a favor y 2 encontra, mientras que ese resultado clasificaba a Granada, ya que tenía 3 goles a favor (por aquel valía doble) y dos en contra.
Faltaban dos minutos y los granadinos se cerraban atrás. Los ataques de Barabdos eran en vano. Pero llegó la orden implacable, esa que permitía el estúpido reglamento: “hacerse un gol en contra”. Quedaban tan sólo 2 minutos para el final del partido y una eventual prórroga le daba a los locales más minutos para intentar un gol, que además podía valer doble.
Tras concretar la trampa (?) que el vacío reglamentario proporcionaba, los granadinos intentaron hacer lo mismo (perdiendo por un gol se clasificaban), pero los locales se dedicaron a defender ambos arcos.
En el tiempo suplementario llegó el tercer gol de Barbados, que los dejaba en la punta de la tabla con 3 puntos (4-3) y a Granada lo depositaba en el segundo lugar con 3 puntos (4-4). Mientras que Puerto Rico, que no perdió ningún partido ni recibió goles en los 90 reglamentarios, quedó en el último lugar.
En el grupo 4 (compuesto por cuatro equipos) se tuvo que suspender la última fecha porque St. Kitts y Nevis, que había ganado el primer partido por 9 a 1 ante Montserrat, se quedaba afuera tras empatar ante Dominica y perder por el famos gol de la muerte y los hinchas se hicieron sentir.
Este genial (?) reglamento que premiaba los empates y los goles en contra jamás volvió a ser utilizado.
Fuente: la redo